El pasado lunes, 12 de noviembre, el mundo del cómic se teñía de luto por la muerte de Stan Lee, el gran escritor de la editorial Marvel. Pero no solo creó historias fantásticas y personajes ya icónicos, también revolucionó el mundo del marketing.

Nos enseñó la importancia del branding, pasando de ser solo autor a convertirse en todo un sello de calidad. También supo dirigir la estrategia de la marca a su target. Lo consiguió al conocer e interesarse por los gustos de sus seguidores y segmentarlos en función de sus intereses. Rompió las reglas, pues a diferencia de muchos de sus colegas de aquella época, salió de su zona de confort e innovó para llegar a su público. Esto lo consiguió colaborando con muchos autores en su trabajo y no dudó en reconocerlos y en formar equipo con ellos. Fue una parte muy influyente de la adaptación de Marvel al cine. Sus constantes cameos y apariciones en cada una de las historias, como una parte más de ellas, era casi una firma que esperaba ver todo fan. Con todo ello, encumbró al cómic, considerado hasta entonces un arte menor.

Desde Creaerte nos despedimos de Stanley Martin Lieber con su archifamosa frase y grito de guerra: ¡Excelsior!

 

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