Por lo visto, el fin del mundo es ya.
Nunca lo habíamos tenido tan cerca. Lo que viene siendo el fin del mundo, lo mismo está a la vuelta de la esquina. Los indicadores son claros: inestabilidad política, desplome de la economía, guerra santa, temperaturas solares máximas, impactos potenciales de meteoritos, cambio climático, terremotos, Irán, Corea del Norte, el misterioso asunto ese del Aeropuerto de Denver… y además, es que lo dijeron los mayas, que en el 2012 se acabó lo que se daba.
Esto mismo deben haber pensado los intrépidos de Vivos, acaso la compañía con más futuro que yo he visto en mucho tiempo. Los tipos construyen búnkers, tal cual. Y oye, están muy bien. Su website es como si fuera un alt reality game de sacado de Lost o Fringe, pero qué va, son reales como la vida misma.
Así que ya saben. Si el presidente de su país no le ha invitado a su refugio total confort con hilo musical, no espere más: encárguese su propio bunker y sea la envidia de sus vecinos.