Si hay una prueba irrefutable de que el marketing de contenidos ha pasado a ser un inestimable compañero de viaje para las marcas, esta es la utilización que del mismo hacen las grandes multinacionales, quienes tampoco renuncian a la búsqueda de la consolidación y aumento de la reputación a través de la fidelización.

Hay pretensiones que por sí misma la publicidad no puede satisfacer, por lo que una adecuada política de content marketing puede aportar en muchas ocasiones el salto cualitativo para diferenciarse de los competidores. Un gran ejemplo es la política implementada por Maybelline New York, vinculada a la firma L’Oréal.

En su página web, con difusión a través de sus perfiles sociales, Maybelline New York pone al servicio de los usuarios un completo espacio que, a grandes rasgos, es un homenaje al buen hacer en cuanto al marketing de contenidos. Desde noticias de belleza hasta trucos de maquillaje, la plataforma contiene una buena colección de tutoriales y piezas con información útil, convirtiendo así este mircosite integrado en una especie de escuela de maquillaje para educar y fidelizar. Incluye, además, una herramienta interactiva para que cada cual pueda hacer sus propias pruebas de maquillaje mediante un probador virtual en el que tan solo se necesita una fotografía de la cara. Sin duda, todo un ejemplo de que el marketing de contenidos está alcanzando altas cotas de profesionalización.

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