Sin trampa ni cartón, la tendencia de la que ya veníamos hablando en los últimos años ha tenido su confirmación fehaciente en las cifras del pasado año 2016. Hablamos de la inversión publicitaria en España, que el pasado ejercicio creció un 21,5 por ciento, sobrepasando con creces los 1.500 millones de euros en nuestro país, según un estudio de la asociación de publicidad y comunicación digital IAB Spain.

Sin duda, y al margen del evidente crecimiento del sector, los datos suponen un guiño al reconocimiento de la labor profesional en detrimento de experimentos inicialmente baratos en lo monetario pero que a la larga pueden salir caros.

Una vez superada la incertidumbre que ha supuesto la transición al nuevo entramado digital, por delante se abre un escenario propicio para que el sector de la comunicación profesionalizada pueda conferir el poso suficiente a su condición de liderazgo.

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