El ‘Gusto por la vida’ de la cocina paliativa
“Todo el mundo merece que le ocurra algo bueno en su vida, al menos una vez…” Estas palabras de Morris Gleitzman sirven para dar sentido a uno de nuestros trabajos editoriales con más carga sentimental y que hoy rescatamos para nuestra sección de cosecha propia. Se trata del recetario que elaboramos hace unos años para Apalex (Asociación de Profesionales de Cuidados Paliativos y Atención al Paciente en fase Terminal de Extremadura), con el título Gusto por la vida.
En escena, restauradores de prestigio como Toño Pérez, de Atrio, o César Ráez, del restaurante Torre de Sande, entre otros, ponen encima de la mesa las claves de la cocina como herramienta para paliar, huyendo así de una percepción generalizada que suele relacionar los cuidados paliativos con una alimentación gris, triste y oscura. Gusto por la vida desmitifica esta percepción.
Bien es cierto que los enfermos de las unidades de cuidados paliativos suelen presentar alteraciones digestivas, por lo que este recetario está enfocado a la adaptación de sus necesidades, con la inclusión de ingredientes y tiempos de cocción que favorecen su digestión e, incluso, redundan en una mejora del enfermo.
Además, por su tamaño y funcionalidad, en Creaerte consideramos que se trata de un formato ideal para utilizar en cocina sin perder detalle al guiso en cuestión.