Carrefour e Inditex, ¡un poquito de por favor!
Mucho se está hablando estos días en los mentideros del Internet (vamos, el twitter) sobre los reciente expolios que Carrefour se ha marcado con Lady Desidia e Inditex con otro buen número de bloggers modistas. Sinceramente, creemos que técnicamente (ojo, técnicamente), el plagio no existe. Lo que sí existe es un morrazo que te lo pisas. Lean estas dos noticias copiadas de por ahí (je,je) -pero al menos, citando a sus autores- y decidan ustedes mismos.
Inditex y sus camisetas por la cara
Por: Delia Rodríguez
Esta mañana he enviado un paquete por correo a Michèle Krüsi, una joven suiza de 19 años a la que no conocía de nada hasta hace unos días. Dentro hay una camiseta de Stradivarius ilustrada con una imagen suya que había subido hace unos meses a internet, porque como cada vez hacen más chicas, Michèle crea y comparte sus ‘looks’ en la red. Vaya novedad, me diréis, una camiseta decorada con una chica poniendo posturitas. El problema es que Michèle se enteró de que había ‘posado’ involuntariamente para la marca por el correo electrónico que le envié preguntándole si Stradivarius estaba haciendo una campaña con bloggers de moda, como otras marcas ya han hecho, o si directamente le había robado la imagen. La joven no daba crédito a lo que leía. La cadena de Inditex ha lanzado una linea de camisetas de la nueva temporada, la que ahora está en sus tiendas, con imágenes tomadas de bloggers sin su autorización.
“Si me hubieran preguntado no existiría ningún problema, y por supuesto que les hubiera dicho que podían usar la foto si me hubieran ofrecido una de las camisetas o algo así”, me decía Michèle, sorprendidísima, mientras me pedía que le mandara una unidad de ‘su’ camiseta, un modelo de algodón, colores claros, manga larga y 9,95 euros.
No es la única afectada por la copia de Stradivarius. A la francesa Louise Ebel, alias Miss Pandora, una de las bloggers de moda más conocidas del mundo por sus cuidadas producciones, le han fusilado dos fotografías para dos prendas de la misma colección. «Estoy realmente decepcionada al encontrarme mi trabajo y el de los fotógrafos con los que realicé las sesiones de fotos en camisetas, y sin haber sido avisada. Creo que es irrespetuoso y que quita valor a nuestro trabajo. Me he sentido utilizada y desvalorizada», me explica, mucho más indignada que Michèle.
Su caso es especialmente flagrante porque no se trata de la primera vez. De hecho, se encuentra en negociaciones con los abogados de la multinacional textil española que probablemente lleguen a un proceso judicial. «No sé por qué Inditex se ha lanzado a plagiar mis fotos (Zara ya había usado mis fotos para una camiseta) pero encuentro que es absolutamente incorrecto», añade. Al parecer las marcas españolas tienen una especial fijación con ella, porque hasta Pepe Jeans tiene su camiseta pirata de Pandora. Michèle, en cambio, no tomará medidas legales: no tiene dinero para pleitos. Además de ellas, más bloggers han podido ser pirateadas por Stradivarius, ya que la línea de camisetas incluye otros modelos muy similares. Inditex no ha respondido a las preguntas sobre el tema en el momento de escribir estas líneas.
[Hago un llamamiento a los lectores: si alguien reconoce a una blogger en las camisetas de las fotos, que lo diga en los comentarios]
Esta nueva copia es la gota que colma el vaso, ya que poco a poco van trascendiendo otros casos en los que el grupo Inditex ha abusado del material producido por los usuarios. Pelayo Díaz, un blogger y estudiante de moda en Londres muy conocido por su web katelovesme, entró un buen día de hace un par de años en un Berskha, donde encontró su cara fotografiada por el barcelonés Gerard Estadella impresa en una camiseta. Aún hoy ambos están negociando un acuerdo económico con la marca más juvenil de Inditex. Como me explica el abogado Carlos Sánchez Almeida, en este tipo de casos es vulnerado el derecho a la imagen de la persona retratada que sin comerlo ni beberlo se encuentra estampada en cientos o miles de prendas, pero también son afectados los derechos de autor del fotógrafo que realizó la instantánea. A veces se trata de la misma persona, sobre todo si el blog es aún amateur, pero muchos grandes bloggers fashion trabajan con profesionales de la fotografía.
«Zara ha usado repetidamente de forma ilegal fotos de bloggers en su ropa«, denunciaba en diciembre el famos fotógrafo de street style Yvan Rodic -más conocido como Face Hunter– en su twitter. Una obra suya, en la que aparecía otra VIP de los weblogs de moda, la estilista mexicana residente en Ámsterdam Andy Torres, también acabó hace poco en la división económica de Inditex Lefties. Al igual que en los casos de Michèle y Pandora, la imagen había sido subida al agregador de moda Lookbook.
El más sonado de los casos, que provocó un pequeño escándalo en el submundo de los blogs de moda, ocurrió el año pasado cuando otra de sus estrellas, la francesa Betty Autier, encontró su retrato plasmado en ropa de Zara. Inmediatamente dejó el caso en sus abogados, pero desde entonces no ha vuelto a lucir una prenda de la compañía en sus populares estilismos. Poco tiempo después se descubriría la primera copia a Louise Ebel por la compañía de Amancio Ortega.
Supongo que estos casos son muy llamativos por lo descarado de la copia y la popularidad de los bloggers afectados, pero no me extrañaría que fueran indicios de un problema mucho mayor. A Inditex de momento le compensa el riesgo de pagar pequeñas idemnizaciones de tiempo en tiempo, igual que le compensa plagiar colección tras colección a los grandes diseñadores con mínimas variaciones. Cuando llega la denuncia, se retiran de las tiendas los modelos tan rápidamente como llegaron a ellas. Pero una cosa es que las grandes empresas textiles se fusilen entre ellas y otra muy distinta que se lo hagan a usuarios. En al menos un caso con bloggers implicados, la multinacional ha tratado de sepultar el asunto tras cláusulas de confidencialidad y bien atados contratos de cesión de derechos, intentando llegar a acuerdos económicos por cantidades irrisorias.
La situación de los bloggers es complicada cuando se ven envueltos en este tipo de problemas. Los más amateurs pueden sentirse incluso halagados porque Zara o las empresas de su grupo se hayan fijado en ellos. Y los más experimentados que ya viven de la moda, quizá no puedan permitirse desde el punto de vista laboral pleitear con uno de los grandes. En ninguno de los casos es fácil, corto ni barato enfrentarse a la maquinaria legal de Inditex. El inmenso volumen de imágenes generadas por los usuarios de la red, los mínimos cambios realizados por los diseñadores y la elevada rotación de material de las tiendas que cambia a toda velocidad no ayuda a que las copias sean localizadas a menudo.
Pero, ¿por qué hace algo así Inditex? ¿Es una ‘conspiración’ premeditada, una forma de crear ‘buzz’ alrededor de las estrellas del internet amateur? Alguien del sector que prefiere no dar su nombre opina que todo es una cuestión de organización empresarial, que a los cientos de diseñadores a sueldo de las distintas empresas de Inditex (y de muchas otras multinacionales) se les exige una cantidad ingente de creaciones por día. Que a veces lo hacen bien y que otras veces cortan y pegan porque tienen que acabar su trabajo a matacaballo y cruzan los dedos para que no les pillen. Buscan una imagen graciosa en la red, la convierten en ilustración y la disfrazan un poco. Arriba nadie hace preguntas mientras los plazos se cumplan. Vamos, lo mismo que ocurre en prensa cuando de vez en cuando se descubre que un redactor ha copypasteado de la Wikipedia y todo el mundo hace como que se escandaliza.
Total, que a veces los usuarios no piratean por internet sus creaciones artísticas a las multinacionales, sino al revés. Incluso por el camino les pueden robar su propio rostro. O al menos eso he pensado mientras le certificaba su camiseta a Michèle.
Carrefour plagia a Lady Desidia
Si habíamos comenzado la semana con la desagradable noticia de los usos inapropiados que Inditex ha hecho de varias fotografías de bloggers de moda, ayer terminamos el día con otra noticia igual de negativa y frustrante. El grupo Carrefour está comercializando una línea de complementos plagiada descaradamente de la grandísima ilustradora Vanessa Borrell, a la que todos conocemos como Lady Desidia, y que desde hace ya varios años se ha ganado nuestro corazón con su talento y su arte para el dibujo.
No es la primera vez, y tristemente tampoco será la última, que una gran empresa se sirve de la creatividad y el trabajo de pequeños diseñadores, usurpando sus creaciones y copiándolas de la forma más ruin y rastrera posible. Una vez más, David enfrentado contra Goliat, en una batalla cuyo resultado, gracias al poder de internet, ya no siempre está decidido de antemano. No seremos grandes pero sí somos muchos y podemos, al menos, gritar bien alto que se ha cometido una injusticia. Si tienes un blog, difunde, si tienes facebook, cuéntaselo a tus amigos, si tienes twitter, dilo a los cuatro vientos (se han creado las etiquetas #carrefourenenegativo y #carrefourplagia)… no dejemos que se salgan con la suya.
Y por supuesto NO compres las copias de Carrefour, o estarás contribuyendo a esta injusticia. Las copias no llegan ni a la suela del zapato a las originales. Si te gusta el trabajo de Lady Desidia y quieres lucir alguno de sus complementos no tienes más que localizar las tiendas que en tu ciudad venden sus piezas. Si vives o pasas por Madrid, ve directamente a La Antigua (c/Pez, 2), su tienda, donde además podrás conocerla en persona y disfrutar de su trabajo que es soberbio.
Este sí es el trabajo de Lady Desidia, a disfrutar de él: