Ray Bradbury y la crítica social desde la ficción
Después de que recientemente se hayan cumplido 100 años del nacimiento de Ray Bradbury (Illinois, 22 de agosto de 1920), la industria editorial no ha permanecido ajena, pues sus dos principales trabajos literarios han gozado de un repunte en los últimos meses en lo que a ventas se refiere.
Este lunes dedicamos nuestra columna de creativos y creatividad a la obra de uno de los adalides del misterio, del terror y de la ciencia ficción. Y es que no son pocas las generaciones que han bebido de Crónicas marcianas, la serie de relatos en la que se narra la llegada de los humanos a Marte, así como su colonización. Todo ello sin una línea argumental fija, pero en la que se adivinan ciertas críticas a la sociedad estadounidense de la época, sacando a colación temas como la guerra o el racismo.
No menos exitosa fue su novela de tintes distópicos Fahrenheit 451, la cual discurre en una sociedad futurista en la que los libros están prohibidos y los bomberos tienen la encomienda de quemar cualquier ejemplar que encuentren. Un trasfondo que ya viene explícito en el propio título de la publicación, haciendo referencia a los grados a los que el papel se inflama y arde.
Con una creatividad al alcance de pocos, Ray Badbury tuvo la capacidad de entretener a los lectores gracias un adictivo estilo no exento de dobles lecturas que conjugaban ficción y crítica social.