Isidro Ferrer, el poeta visual del diseño artístico
Antes de sentar cátedra como ilustrador y diseñador gráfico, Isidro Ferrer (Madrid, 1963) fue actor de teatro. No fue hasta finales de la década de los 80 cuando este aragonés de adopción comenzó a plasmar su impronta tras sufrir un accidente que le obligó a estar lejos de los escenarios. Un giro del destino que a la postre permitió a los amantes del diseño artístico disfrutar de sus obras.
Premio Nacional de Diseño en el año 2002, entre otras distinciones patrias e internacionales, no faltan las voces expertas que catalogan a Isidro Ferrer como un auténtico «poeta visual». Y es que en sus creaciones es capaz de mezclar ilustraciones y objetos reales en una propuesta de historia narrativa que en ocasiones puede resultar tan extraña como bella y simple.
El trato conferido a la tipografía, así como el juego texturas en diferentes materiales como el hierro o la madera, desemboca habitualmente en una suerte de máscaras teatrales con evocadores significados en los que no elude la crítica social.
En su amplia cartera figuran trabajos realizados para editoriales como Santillana o Alfaguara, así como para periódicos como El Heraldo de Aragón o El País, sin renunciar tampoco a encargos de cartelería en el ámbito cultural.