Mala praxis digital
Es bien sabido que Google tiene un gran valor a la hora de posicionar, destacar y gestionar el marketing. Pero esto no quiere decir que esté exento de malas prácticas.
Ya hemos hablado y explicado como el SEO sirve para obtener un buen posicionamiento y que esto beneficie el tráfico generado a la web. Pero hay quién decide no seguir las reglas, tratando de obtener ventaja engañando a los motores de búsqueda. Esto se conoce como Black Hat SEO.
Se define más comúnmente como una práctica desaprobada que, sin embargo, podría aumentar la clasificación de una web en los resultados de búsqueda. Entre las muchas acciones que se llevan a cabo para lograr este fraudulento éxito señalamos algunas como la automatización de contenido, texto o enlaces ocultos, redirecciones disimuladas o contenido duplicado. Destacar que, aunque puede tener algún éxito a corto plazo a través del aumento del tráfico, las sanciones por su uso pueden provocar efectos devastadores.
Recientemente la Comisión Europea notificó una multa en relación a la intermediación de anuncios que lleva a cabo el famoso buscador de internet. Esto demuestra la necesidad de una buena regulación para que las empresas y los consumidores, que dependen de las plataformas online, accedan a lo mejor de la digitalización.