Tradición, modernidad y corporatividad
El uso de la papelería corporativa comenzó hace tiempo y sigue totalmente vigente. A principios del siglo XX la compañía AEG ya usaba un diseño homogéneo para todos sus documentos. A día de hoy es casi un deber, para cualquier empresa que se precie, tener esto en cuenta.
Mucho antes, 500 años atrás, se construyó en Cáceres el Castillo de la Arguijuela de Abajo, reconvertido ahora en un moderno complejo hostelero. Conserva y respeta la piedra, pero con una concepción contemporánea y adecuada a este patrimonio que está considerado Bien de Interés Cultural.
Bajo estas premisas Creaerte diseñó una identidad corporativa que quedó reflejada en toda su papelería, desde la publicidad impresa a las carpetas o el menú. Combina esa visión actual, con unos marcos para fotos con trazos desiguales, con la nobleza más tradicional de las fuentes caligráficas tipo gótico.
De este modo se define un manual de identidad corporativa respetando la personalidad y el espíritu empresarial. Por eso, cualquier pieza de la papelería debe ser una traducción gráfica que simbolice y represente a la entidad.