Michael Jackson triunfó desde niño pero en los ’80 todo lo que tocaba se hacía de oro. Gozó de un importante reconocimiento internacional y muchas empresas se sumaron al carro del patrocinio, generando pingües beneficios al aliarse con el “Rey del Pop”.

Este fue el caso de PepsiCo en 1984. En sus anuncios apareció junto a un jovencísimo Alfonso Ribeiro, afamado bailarín conocido por su papel de Carlton Banks en el Príncipe de Bel Air. Gracias a esta campaña consiguieron posicionarse por encima de Coca-Cola. Por desgracia, Michael sufrió un accidente con pirotecnia que le produjo graves quemaduras en cara, brazo y pelo. Este suceso inició su declive físico debido a las operaciones y medicaciones necesarias. Pepsi evitó la denuncia por negligencia ofreciendo al artista 1,5 millones de dólares que, inmediatamente, donó al hospital donde fue atendido.

Además de este exitoso acuerdo comercial, Michael Jackson anunció otras marcas como Suzuki con “Love is my message” o California Raisins, de animación. Sin embargo, su campaña más famosa fue We Are The World donde, junto a decenas de artistas, recaudó dinero para luchar contra el hambre en África.

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