Le ficharon para ser irreverente y cañero, un presentador que hiciera la gala menos aburrida. Y no defraudó. De hecho, según los organizadores de los Globos de Oro, se pasó tres pueblos.

Tras su memorable actuación del pasado domingo, Ricky Gervais puede estar seguro de que no volverá a presentar una gala en Hollywood en mucho tiempo. Y los fans del creador de «The office», entre los que me incluyo, tan contentos. Por cierto, no se pierdan a Tom Hanks al final, poniendo las cosas en su sitio.

En realidad, la gala fue tan plasta como de costumbre, y si no fuera por las intervenciones de Gervais, la hubiera quitado. Ah!, y por este estupendo chascarrillo de Robert de Niro a costa de cierto actor español:

«Antes de esta gala fueron deportados muchos de los votantes, junto a la mayoría de los camareros y  Javier Bardem«.

Los mejores y más burros momentos, aquí y subtitulados!

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